martes, 28 de abril de 2009

Reseñas David

Reseña del capítulo tercero de la segunda parte de El Extranjero de Albert Camus.

Dentro de las diferentes culturas existen numerosos grupos sociales, que poseen características similares, haciendo que sean aceptados dentro de una comunidad determinada. Sin embargo, se presentan situaciones donde algunas personas no quieren ser como los demás, optando por vivir de acuerdo a sus propias reglas, enfrentándose a numerosas confrontaciones con los otros grupos, puesto que su individualismo altera la armonía de los estereotipos establecidos por cada población.
Albert Camus, escritor francés, ganador del Premio Nobel de Literatura, destaca en su obra, El Extranjero, el interés de mostrar lo absurdo de la condición humana
[1]. “En novela describe las vicisitudes de un individuo el cual, imposibilitado para expresar "sentimientos" o en forjarse una "moral", solo se desplaza por la vida sin una razón ni motivo aparente, lo cual es suficiente para que cause una profunda antipatía y aversión en aquellos que lo rodean.”[2] En el capítulo tercero de la segunda parte de esta, donde se centrará esta reseña, el autor sitúa al protagonista, Meursault, en el juicio por el asesinato del árabe. Con esta situación, Camus tiene la intensión de mostrar cómo la humanidad juzga injusta e inapropiadamente a las personas extraordinarias.

La sociedad no se toma el tiempo suficiente para conocer a aquel que sobresale, juzgando sin tener argumentos válidos, basándose solo en prejuicios. En la novela, Camus narra cómo el Tribunal se dará prisa en el caso de Meursault, puesto que hay otro caso más importante “”Por otra parte”, había agregado, “el Tribunal tendrá prisa […]. Hay un parricidio que pasará inmediatamente después.”
[3] Fuera de eso, hace énfasis en la poca importancia que se le da al asesinato del árabe, mostrando cómo el protagonista es juzgado por sus valores morales dentro de su vida personal y no sobre lo que realmente se espera hacer justicia, ya que la mayoría de las acusaciones y pruebas en contra de él, están relacionadas con la muerte de su madre y su reacción como hijo frente a este hecho. El hecho de no haber expresado ningún sentimiento, lo deja como una persona frívola, siendo lo que realmente le molesta al juzgado: Meursault no reacciona como debería hacerlo cualquier persona “normal”, acusándolo de no sentir culpabilidad alguna:
“El director miró entonces a la punta de sus zapatos y dijo que no había querido ver a mamá, que no había llorado ni una sola vez y que después del entierro había partido enseguida, sin recogerme ante su tumba. Otra cosa le había sorprendido: un empleado de pompas fúnebres le había dicho que yo no sabía la edad de mamá […]. Luego el Presidente preguntó al Abogado General si quería interrogar al testigo, y el Procurador gritó: “¡Oh, no, es suficiente!”
[4].
En muchos casos que se presentan en el día a día, se sacan discriminan personas basándose en la <> (entiéndase como el banco de características o fenotipos que se forma gracias a las relaciones interpersonales, permitiendo jerarquizar y agrupar a todos aquellos que habitan el entorno cultural más próxima. Esta se forma a lo largo del desarrollo del ser humano). Estos prejuicios impiden que muchas relaciones fluyan naturalmente, ya que generan obstáculos y bloqueos que difícilmente se pueden superar, haciendo que las primeras impresiones sean poco acertadas, juzgando solo desde lo superficial.

La misma sociedad se encarga de destruir a aquel que no acepte las normas de comportamiento establecidas. “Usted sabe, hemos hinchado un poco el asunto. El verano es la estación vacía para los periódicos. Y lo único que valía algo era su historia y la del parricida”
[5]. Con esta cita, el autor pretende mostrar cómo la sociedad agranda los defectos de aquellos que van en contra de los estereotipos, asegurándose de publicar las consecuencias de su individualidad, usándolo como manera de advertencia, manteniendo así el control. Los medios de comunicación, son la mayor potencia en el momento de promover los cánones de comportamiento, de belleza etc. que son y serán aceptados hasta nuevo aviso. Muchas de las ideologías que venden, son tan fuertes, que forman problemas en las nuevas generaciones; por ejemplo, la tendencia homosexual: anteriormente era aceptada, jugando un papel importante en la vida de los gobernantes de la Grecia antigua. Gracias a las reglas impuestas por la iglesia, el machismo tomó el poder y hoy en día, existen grupos que promueven “la limpieza social”, que aniquilan a aquellos que no van según lo establecido, entre estos, a los integrantes de la población LGTB (Lesbianas, gay, transexuales y bisexuales). De esta manera, los medios se lavan las manos, puesto que respetan el derecho a la libertad de la formación de la personalidad, pero se encargan de manipular el subconsciente, para que no se sobre pasen los parámetros establecidos.

Muchas de las personas tienen establecidas ciertas características, que les permiten identificar a qué grupo pertenecen, y así mismo de cual son los que les rodean. Por esta razón, al encontrarse con alguien que no encaja con ninguno de los grupos existentes, es rechazado, o también por el hecho de no pertenecer a su mismo grupo. Los medios de comunicación se encargan de promover los cánones que deben ser aceptados por los dichas agrupaciones sociales, y cuando se topan con alguno en especial que puede perjudicar a la jerarquización, se encargan de exterminarlo, generando desaprobación por parte del resto de la población antes de que sea considerado un riesgo, que atente contra las leyes establecidas por los gobernantes. Las personas con carácter fuerte, que tienen la determinación de ser diferentes, son rechazadas por la sociedad. Son los “grandes” gobernantes, los que tienen el poder de manipular la información, dándose el derecho de repartirla a su gusto y propio beneficio. Sin embargo existen personas que se han atrevido a hablar, compartiendo la información con canales aceptados por el pueblo, el humor o el amarillismo: Jaime Garzón (QEPD), o Guillermo Prieto La Rotta, mejor conocido como Pirry, ganaron la aprobación de la sociedad. Sin embargo, no puedo evitar cuestionar la información provista por estas celebridades, puesto que el medio por el que se transmiten sus mensajes, son los mismos que polarizan la información que nosotros, como receptores, nos creemos “porque la tele lo dice”
[6]. Considero que Camus hace un buen trabajo, puesto que logra mostrar la intolerancia de la sociedad hacia aquellos que son diferentes.
[1] http://es.wikipedia.org/wiki/Albert_Camus#Biograf.C3.ADa Vista por última vez, el 27 de abril de 2009
[2] http://es.wikipedia.org/wiki/Albert_Camus#Principales_obras Vista por última vez, el 27 de abril de 2009
[3] El Extranjero. Albert Camus. Editorial Booket. Pág. 107
[4] Cfr. Ibíd. Pág. 114 -116
[5] Ibíd. Pág. 110
[6] Hago alusión al dicho popular “No creas todo lo que veas/leas”.


Reseña de la primera parte de La Metamorfosis de Franz Kafka.

Las sociedades se destacan por manejar un gran número de diferentes tipos de relaciones, donde cada individuo debe encajar y trabajar en pro del bien común y su propio desarrollo. Es por esta razón, por la que muchas personas temen ser excluidos, ya que al no formar parte de un grupo, se sienten indefensos ante las enormes masas que se mueven en los entornos con los que se relacionan a diario. Desde los primeros años de vida, el aislamiento siempre ha sido una de las mayores preocupaciones por parte de los pedagogos, puesto que una persona que no aprenda a convivir, estará destinada a tener dificultades en todas las áreas de su vida.
Franz Kafka, escritor checo judío-cristiano, no tuvo una buena relación con su papá, esto se puede confrontar en Carta al padre, donde le escribió, expresándose libremente, sus verdaderos sentimientos, ya que siempre fue menospreciado por él. En su libro La Metamorfosis nos muestra las confrontaciones que tiene el ser humano, por el miedo al rechazo. En la novela, “Gregorio Samsa, un comerciante de telas que vive con su familia a la que él mantiene con su sueldo, que un buen día amanece convertido en una criatura no identificada claramente en ningún momento, pero que tiende a ser reconocida como una especie de cucaracha gigante.”
[1] La intención del autor con este texto, es mostrar la necesidad del ser humano por tener una buena relación con las personas más allegadas a su entorno.

Las personas piensan más en lo que puedan pensar los otros de sí mismos, que en sus propias convicciones.
Y si dijese que estaba enfermo, ¿qué pasaría? Pero esto, además de ser muy penoso, infundiría sospechas, pues Gregorio, en los cinco años que llevaba empleado, no había estado malo ni una sola vez. Vendría de seguro el principal con el médico del Montepío. Se desataría en reproches, delante de los padres, respecto a la holgazanería del hijo y cortaría todas las objeciones alegando el dictamen del galeno, para quien todos los hombres están siempre sanos y sólo padecen de horror al trabajo.
[2]
Kafka muestra en este monólogo como el protagonista se preocupa más por el que hacer para no tener inconvenientes en su trabajo, que por su extraña condición. Gregorio se critica acerca de su holgazanería, cuando momentos antes había afirmado que en cinco años, no tuvo problemas de salud y siempre fue constante en su trabajo.
“Y ¿quién sabe si esto no sería para mí lo más conveniente? Si no fuese por mis padres, ya hace tiempo que me habría despedido. Me hubiera presentado ante el jefe y, con toda mi alma, le habría manifestado mi modo de pensar.”
[3] Con este pensamiento, el autor hace evidente, que Gregorio reprime sus verdaderos deseos por el beneficio de sus padres; él se siente en deuda con ellos y debe pagarles de alguna manera, reprimiendo sus verdaderos deseos de libertad. En la vida diaria, son muy pocas las personas que actúan antes de detenerse a pensar en los prejuicios; entre los jóvenes se le llama “ser una persona carácter” puesto que pasa por alto las opiniones de otros sobre su propio comportamiento. El hecho de cohibirse, genera conflictos en muchas cuestiones importantes; por ejemplo, en las aulas académicas, muchos estudiantes no se atreven a resolver sus dudas por “el qué dirán”, siendo estos los únicos afectados, quedando con falencias en su educación.

Al ser humano le preocupa desagradarle a la sociedad, es por eso que cuando encuentra una posible diferencia que puede ser rechazada por la sociedad, la esconde, negándola para no ser marginado.
Lo primero era levantarse tranquilamente arreglarse sin ser importunado y, sobre todo, desayunar. Sólo después de efectuado todo esto pensaría en lo demás, pues de sobra comprendía que en la cama no podía pensar nada a derechas. Recordaba haber sentido ya con frecuencia en la cama cierto dolorcillo, producido sin duda por alguna postura incómoda, y que, una vez levantado, resultaba ser obra de su imaginación; y tenía curiosidad por ver cómo habrían de desvanecerse paulatinamente sus imaginaciones de hoy. No dudaba tampoco lo más mínimo de que el cambio de su voz era simplemente el preludio de un resfriado mayúsculo, enfermedad profesional del viajante de comercio.
[4]
El autor recurre este pensamiento, para mostrar cómo la negación es una de las formas más recurridas por el hombre para evitar la realidad. En muchas ocasiones, el ser humano se encuentra con situaciones adversas en su vida, en donde debe tomar decisiones determinantes, o descubre algo sobre su personalidad, que no considera normal dentro de la sociedad; por esto, busca disculpas para evadir la responsabilidad y evitar ser juzgado. Las diferencias están dadas por los estigmas sociales; uno de los más comunes, es el cigarrillo. En la mayoría de los grupos de jóvenes de hoy en día existe el consumo de esta droga y es en donde aparece la negación por el miedo al rechazo: un personaje que no fuma, se siente obligado a aceptar que lo hace porque de lo contrario, podría ser excluido del grupo.

Como existe el temor al rechazo, el ser humano siempre está a la defensiva, justificando cada acción que realiza, esperando que el otro entienda sus motivos y así no tenga porque sacarlo de su círculo social.
¡Señor principal, tenga consideración con mis padres! No hay motivo para todos los reproches que me hace usted ahora; nunca me han dicho nada de eso. Sin duda, no ha visto usted los últimos pedidos que he transmitido. Por lo demás, saldré en el tren de las ocho. Este par de horas de descanso me han dado fuerzas. No se detenga usted más, señor principal. En seguida voy al almacén. Explique usted allí esto, se lo suplico; así como que presente mis respetos al jefe.
[5]
El autor expone la explicación de Gregorio, mostrando su preocupación por lo que pueda pensar el Principal. Cabe notar lo absurdo de la situación: Gregorio ha sido un trabajador constante durante un largo periodo de tiempo y solo el día en el que se enferma, hasta el mismo principal viene a su casa exigiendo una explicación por su ausencia. El hombre, es un ser rutinario y de costumbres, que no siempre disfruta los cambios en la armonía de su entorno; por esta razón busca siempre excusarse cuando sus acciones producen reacciones inesperadas en los otros, reprimiendo al final, sus verdaderas intenciones: Se es una persona que no tiene carácter[6].

El ser humano está atado a la relación que tenga con otras personas, busca siempre su aceptación, modificando actitudes de su personalidad para encajar fácilmente dentro de un grupo, tanto así que miente o niega aspectos que podrían ser desaprobados y en caso tal, tiene preparada una justificación para enmendar cualquier malentendido. Las personas con un carácter débil, no tienen el suficiente valor para aceptar sus propias condiciones y buscan camuflarse en un grupo de personas, adoptando sus actitudes o ademanes, sin importar si están o no de acuerdo con ellos, evitando así el rechazo. Es por esta razón, que se presentan muchos casos de hipocresía en las relaciones interpersonales, puesto que muchas personas no se muestran como realmente son, sino como la otra espera que lo haga. Así todos podríamos ser la famosa moneda de oro, que le cae bien a todo el mundo. Encuentro bien logrado el trabajo de Franz Kafka, transmitiendo el absurdo de las relaciones humanas y la existencia de muchos individuos dentro de su grupo social.
[1] http://es.wikipedia.org/wiki/La_metamorfosis. Vista por última vez el 27 de Abril de 2009
[2] Franz Kafka La Metamorfosis. Traducción y prólogo de Jorge Luis Borges. Editorial Losada, Clásicos Universales. Pág. 16.
[3] Ibíd. Pág. 15
[4] Ibíd. Pág. 17
[5] Ibíd. Pág. 24.
[6] Retomando la frase “ser una persona carácter” dicha párrafo de desarrollo de la primera idea.